Historia de la Fundación Incluir , por Luz Elena Bianchi

Esta es la historia soñada y escrita por nuestra Luz Elena Bianchi, más conocida como Tutu:

Habr­a una vez una nieta que soñaba con poner una fundación: esa nieta se llamaba Angelina Merino Thayer. Bueno, la Angelina iba al colegio como cualquier nieta normal  y se hizo muy amiga de otra nieta que se llamaba Carolina Devoto. Fueron compañeras del mismo colegio y  pasó  el tiempo. Las dos pasaron a la media y como se hicieron  tan    amigas se hicieron una promesa: iban a terminar el colegio las dos juntas y así  fue. Dos meses después, la Angelina y la Carolina conocieron a dos chiquillos buenos mozos,  dos hombres de negocios y fueron a la fiesta de graduación y lo pasaron estupendo. Comieron, hablaron harto rato y bailaron, y entre tanto coqueteo se enamoraron locamente de estos hombres y por supuesto ellos tambien. La Carolina estudia, se  recibiá  y se casá. La Angelina  tomá otro camino distinto que Carolina Devoto. La Angelina  estudiá discapacidad diferencial en la Universidad de Chile  y sacá un postgrado hasta que se recibiá y se dedicá trabajar en una clí­nica privada física. La Angelina se casá y forma una linda y hermosa familia: la gran familia Fuentes Merino. Su trabajo en esa clínica privada dura mucho tiempo, hasta que se le prendiá la ampolleta y dijo: ya  se como se va llamar: Fundación Incluir. Llegá gritando de felicidad. Ya tengo el nombre de la fundación. Y todo el mundo viendo como la Angelina estaba tan feliz, entra a la casa la señora Carmen Gloria Merino Thayer y vio  a la Angelina saltando de felicidad y le dice: ¿Angelina qué pasa?. Es que ya se como se va a llamar la Fundacion que tanto he soñado. Le dice a Lola. La gran Fundación Incluir. La señora Lola Merino le dice:  yo quiero presentarte al arquitecto y el lugar adonde va a ser la fundación. Hasta que fueron a conocer el lugar, mandaron  los planos y la maqueta. Mientras tanto la Angelina hizo la primera escritura de la directiva de la Fundación Incluir, hasta que la Angelina recibia una oferta de trabajo en una casa de talleres y aceptá. Le pasá todo el mando de la obra de la Fundación a su hermana, a la señora Lola Merino Thayer y la Angelina tení­a su primera entrevista  de trabajo y ademas se reencontrá con su vieja amiga Carolina Devoto. Fueron muchas emociones juntas para la Angelina.

Llega a su casa contando que se habra encontrado con la Carolina Devoto en esta casa de talleres y llamá a la hermana para saber como andaba la obra y le dijo de que ya habran terminado el plano, es cosa que me digas cuando partimos con la construcción. Ahora ya, pronto,  la señora Lola Merino Thayer. Ah, otra cosa, arréglate por que estás invitada a comer a mi casa. Voy a preparar tu comida predilecta.”La señora Lola hizo la orden de la construcción. Luego llegó el momento soñado de la Angelina:  empezó con la construcción de la fundación que tanto esperaba. La Angelina conoció en esta casa de talleres a la Carmen Gloria Pérez Blanco, a la Marí­a Eugenia Toro Pérez  y a la Marí­a Josefina Rojas Bustamante alias la Chepita y les contó que fue compañera   de colegio de la Carolina Devoto.

Bueno, pasó el tiempo y la Angelina las invitó a tomar el té a su casa con el propósito de conocerlas mejor y ofrecerles la propuesta de formar parte de la fundación. Después de tanta conversa, cada una habló de su sueño más grande. Justo le tocó el turno a la Carmen Gloria Pérez Blanco y dijo: “mi sueño más grande es poner un café y me gustarí­a que se llame doña Pocha y además  tengo los recursos y a mi socia  para el café.” Y justo le tocó el turno a la Angelina y se dijo a sí­ misma: “sin la Carmen Gloria no voy a poder formar la Fundación, pero algo tengo que hacer”. Hasta que de repente se le prendió la ampolleta y la Angelina  dijo: “mi sueño más grande, gracias a mi hermana se está haciendo realidad, pero necesito una socia y yo te tení­a pensada a ti Carmen Gloria. Mira yo les voy a contar de qué se va tratar esta fundación: será una empresa de capacitación y  vamos a capacitar a personas con discapacidades mentales  donde aprenderán las reglas y normas de un buen trabajo, donde puedan ser reconocidos en el mundo laboral y cumplir sus sueños. En la Fundación Incluir habrá un taller de reposterí­a y de artesaní­as y también vamos a ofrecer servicios de café y  de banqueterí­a a todo Chile.”Tres meses después la Angelina conoció a una joven venezolana llamada Catherine Ginart Dueñas y la Catherine le contó su historia y su profesión y la Angelina le propuso ser una supervisora más en la Fundación Incluir y ella aceptó, hasta que llegó la fecha final de la obra: el primero de marzo del 2005. Al otro dí­a fue  inaugurada  la  Fundación Incluir, o sea, la Fundación Incluir fue inaugurada el 2 de marzo del 2005.

FIN